de Bruno Marinho[1]
¿Lo que un educador de Museos hace?
Muchos de los que ya han tenido experiencia con museos o trabajan en el área saben decir de alguna manera lo que los educadores hacen en un museo. La gran mayoría de las personas, sin embargo, desconocen cómo funcionan los funcionarios de un museo. Para remediar esta duda, creé este artículo donde explico básicamente, desde mi punto de vista, lo que hace un educador en museos.
Usted probablemente ya fue en un museo, ¿verdad? Si no, probablemente, ya fue en un zoológico o paseo turístico donde una persona organizaba el grupo que visitaba dirigiendo la mirada de los visitantes a lo que ese grupo aún no ha visto y cuyo interés por saber los llevó hasta el lugar de visita. La persona que orienta esas visitas es el "Educador". Por mucho tiempo ese empleado tomó el nombre de guía o monitor (término que muchos deben estar acostumbrados), pero la forma de trabajar de este empleado cambió, lo que llevó a cambios en su denominación también.
Antiguamente el profesional que lideraba las visitas tenía la función de "guiar" y de comunicar toda la información posible sobre el lugar, como una especie de enciclopedia ambulante esa persona hablaba todo lo que sabía y "ay de él si no supiera responder a alguna duda.
Se percibe cada vez más que esa función de pasar una información mecánicamente a los visitantes no es el mejor enfoque, primero porque un montón de información descargada en un visitante hacen la visita monótona y agotadora, según por qué, si estamos interesados en saber, la mayor parte de las informaciones que buscamos está a una digitación de distancia en nuestros celulares y, tercero por que las personas no aprenderán mejor oyendo lo que las guías hablan.
Pero si no es para pasar informaciones ¿lo que el educador hace? Hay una pequeña historia de Eduardo Galeano que puede ser una buena analogía sobre el papel del educador de museos y narra la historia de un padre que muestra por primera vez el mar al hijo:
"Diego no conocía el mar. El padre, Santiago Kovakloff, lo llevó para que descubriera el mar. Viajaron al sur. El mar, estaba del otro lado de las dunas altas, esperando. Cuando el niño y el padre finalmente alcanzaron aquellas alturas de arena, después de mucho caminar, el mar estaba delante de sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de belleza. Y cuando finalmente logró hablar, temblando, tartamudeando, le pidió al padre: - ¡Padre, me enseña a mirar!
Entendemos que el papel del educador no es más que decir lo que es o volcar una cantidad inmensa de informaciones puntuales sobre los visitantes, pero al igual que el padre de Diego, el papel del educador es enseñar a la gente a mirar lo que estén visitando , enseñar a mirar una obra de arte, una pieza histórica, un registro científico. No estamos diciendo que el educador ya no compartir información sobre los objetos de un museo, sino que lo hará a partir del diálogo y la observación de los visitantes, haciendo la visita más encantadora y memorable que una exposición formal de toda la información recopilada sobre los objetos. El educador da soporte para que el visitante pueda, por él mismo, interpretar y aprender sobre lo que ve en el museo, por eso es llamado también de mediador, pues sólo media las relaciones del visitante con el objeto.
En resumen: enseñar a mirar, eso es lo que un educador de Museos hace ;)
[1] Bruno Francisco Diniz Marinho es educador, historiador y emprendedor creativo. Creador del primer curso libre de Educación en Museos a distancia de Brasil, el proyecto Educar con el Patrimonio.