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de Débora da Silva Lopes dos Santos[1]

 de Miguel Braceli[1]

El cuerpo como espacio formativo

El cuerpo es nuestra primera casa, el límite entre nosotros y el mundo. Esta es una idea que ha motivado la formulación de un proyecto pedagógico para estudiantes de arquitectura. CasaCuerpo es un proyecto que hace del cuerpo experimental donde se disuelven las barreras entre arte y educación. La obra es un proceso formativo para aprender y ensayar nuevas exploraciones espaciales desde un proyecto común.

CasaCuerpo es una investigación sobre nuestras formas de origen y nuestras formas de morar para ser fusionadas en un mismo sistema: Es la amplificación de la caja del cuerpo desplazando sus límites para habitar en él. Se plantea como un modelo mecánico donde toda construcción nace del cuerpo para ser transformado en espacio. Así, el cuerpo como espacio aumentando convierte al individuo en usuario y contexto a la vez.

Este proyecto busca construir nuevas relaciones temporales donde la persona deja de recorrer espacios estáticos para empezar a habitar espacios que se muevan con él. Es una indagación plástica sobre la forma arquitectónica de nuestros movimientos. La propuesta se propone como un modelo pedagógico para estudiantes de primer ingreso de la carrera de arquitectura.

 

CasaCuerpo es un proyecto formativo dentro del Taller X FAU UCV. La obra es el ejercicio académico desarrollado a través de un concepto regulador que estructura las búsquedas y de una serie de lineamientos que moldean las diferencias. Cada propuesta producto este ejercicio es distinta, pero todas aportan una pieza al alfabeto visual de una serie de arquitecturas del cuerpo. Aquí el concepto más que idea es una estrategia para devenir en forma. Es un protocolo pedagógico para ensayar modelos sistemáticos a través de una exploración común.

 

La investigación es la sumatoria del aprendizaje individual enmarcados dentro de un hacer colectivo. El ejercicio busca construir un discurso taxonómico del cuerpo como ente creador del espacio. El punto de partida para todos los estudiantes es el cubo y su posterior afectación, transformación o derivación en nuevas formas a partir de sus relaciones con la figura humana. Los movimientos construyen las piezas a partir de las lógicas del cuerpo. Así se van desarrollando estas casas del cuerpo,  extendiendo sus extremidades, multiplicando sus articulaciones o proyectando sus desplazamientos.

 

Un mismo material homologa los distintos sistemas constructivos así como las posibilidades formales y técnicas.  Las piezas se desarrollan en el taller por varios meses producto del intercambio y la convivencia de un grupo de estudiantes enfrentados al mismo objetivo: Construir una casa desde y para su propio cuerpo. El conocimiento se obtiene por procesos empíricos, desarrollados libremente dentro de este campo de juego constituido por variables precisas con las que los estudiantes ensayan para descubrir en el hacer.

 

CasaCuerpo se asienta en una línea de investigación desarrollado sobre las construcciones efímeras del paisaje a partir de las relaciones entre territorio, espacio y cuerpo. Son proyectos que integran los procesos docentes con la práctica profesional. Estos modelos buscan la síntesis por hibridación, apuntan a disolver las barreras entre disciplinas y desestructurar las jerarquías en las prácticas de transmisión del conocimiento.

[1]Arquitecto, artista visual, director del laboratorio de arte contemporáneo sobre el espacio público 'Proyecto Colectivo' y docente en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. https://www.miguelbraceli.com/

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